jueves, 28 de febrero de 2008

Y allí me esperaba él,
tan dormido y tan despierto,
tan flácido y tan erecto,
tan cabrón y tan atento,
dibujando en mojado papel

Uno y ciento de promesas,
de castillos encantados,
de príncipes sin princesas,
que lloraban desconsolados,
esperando una respuesta.

La gritaba el endiosado,
afirmando que era cierta,
más quedó muy demostrado,
que de mierda se alimenta.

¡Sácala ya! ¡Pervertido!
Exclamaba el de delante
¡Desgraciado! ¡Malparido!
Ya se durmió el elefante
¡Esto no tiene sentido!


Matías Lisandro

martes, 26 de febrero de 2008

00:55

La marabunta se calmó
el asfalto se distingue de la hilera de coches
que hasta hace poco lo cubrían

Un soplo se cuela entre la contaminación
mis pisadas se distinguen del barullo ausente
no hay bocinas

los semáforos regulan un tráfico inexistente
puedo cruzar la ciudad en un suspiro
ahora que nadie está mirando

Me abstraigo
no hay nadie con quien cruzarme
el reloj no marca la hora de llegada

Desacelero el paso y respiro hondo
a las 00:55
la ciudad descansa

lunes, 25 de febrero de 2008

Nada queda ya

Nada queda ya
el eco de tu voz lo difuminó el tiempo
la plenitud que brindaba tu presencia

Tan pasado que ya no eres nada
del todo que fuiste
de los sentimientos que creaste
las sonrisas que robaste
las noches que pintaste de blanco

Nada queda ya
un libro caducado
promesas que se desvanecieron
en tiempos que muy atrás quedaron

Hoy no duele tu ausencia
ni quema tu recuerdo
puedo pasar a tu lado
y sentir indiferencia
ni mirar
ni ¿que tal?
nada raro

Nada queda ya
ni firmas de años antiguos
ni fotos de rostro aniñado

Solo un borroso recuerdo
en el que tu estabas aquí
a mi lado