Un silencio muy doloroso,
regocijado en tus adentros,
el aliento que no me diste,
que no me diste.

Más ten presente, que aquí,
el mal que hiciste volverá,
irá contra tí, como mereces.

Mi mano estúpida tendida,
haciendo puente hacia el vacío,
porque a mi lado ya no estabas,
tú ya no estabas.

La confianza se ha perdido,
más bien jamás debi brindarte,
mi atención y mi cariño
y mi paciencia.

Más ten presente, que aquí,
el mal que hiciste volverá,
irá contra tí, como mereces.

¿Y qué mas da?,
nada ha cambiado,
mañana el sol vuelve a salir,
y cada uno se irá por su lado.

Tu volverás hacer lo mismo,
en otro sitio, y a otra gente,
repetirás tus artimañas,
desde tu olimpo.

Más ten presente, que aquí,
el mal que hiciste volverá,
irá contra tí, como mereces.

Somos

Somos iguales,
somos diferentes,
somos.

Fluimos,
inevitables,
de un lado a otro,
con los estímulos,
hacía aquello que nos motiva.

Vida, diferencias, coincidencias
somos.

Me miras raro,
por no fluir como tú,
en tu direción,
con tu pasión.

No entiendes,
no sabes,
que tu estímulo y el mío,
no son diferentes,
no existe la contratatura,
es solo vida.

Somos iguales,
somos diferentes,
somos.

Insignificantes somos

En ocasiones el mundo se derrumba
Alrededor, imparable
Crece nuestra insignificancia
Nuestra levedad

No somos nada, nada somos
Un pequeño punto
Minucia ante la inmensidad
Insignificantes

Palabras, un idioma
El habla
Es solo una particularidad de una especie
En nuestro mundo, en nuestra era

La millonésima parte de la eternidad que vivimos
La millonésima parte de nuestra relevancia en nuestro momento
Nada, cero elevado a mil
Mil ceros a la derecha de la coma, para significarnos
En matemática, otro invento de nuestra insignificancia

Nada somos, somos nada
Mísera parte de mísero elemento
Miseria de agua, miseria de tierra
Que vuela, pasa
En nuestro mísero planeta
Perdido en el universo

El tiempo empuja sin remedio

Tiempo que empuja,
sin piedad hacia adelante,
pese a que te aferres al presente,
asiendo con fuerza.

No hay remedio,
al descontento,
el tiempo empuja sin remedio.

Sueños derruidos,
jamás se acercaron a cumplir,
esfuerzo desmedido,
por una nube de humo.

Nada queda, nada habrá,
nada somos,
el tiempo empuja sin remedio.

De vientre a nicho hay un suspiro,
breve,
ingenuos, pensamos que somos algo,
perdurable, con futuro.

Pero no somos más que un momento,
que vuela, Que no espera,
que empuja sin remedio,
insoportable, hacia el olvido.

Es primavera en esta vida...

Es primavera en esta vida,
esta vida que es la mía,
con esperanza de seguir todavía,
a vivir el otoño y la agonía.

Me punzan las incertidumbres del futuro,
sé de hoy, más no de mañana,
nada puedo dar por seguro,
puede volar de repente por la ventana.

Y me pregunto demasiado
¿por qué?
¿cómo he llegado?
¿qué habrá después? ¿qué hubo en el pasado?

Y me siento desanimado,
sabiendo mi cruel final
por momentos motivado,
no tiene que ser del todo mal.